Qué necesario es el rock and roll cuando todo lo que acompaña al día a día, no nos acompaña a nosotros.
Qué importante es tener un refugio mental que nos lleve hacia nuevos paraísos imaginarios, con tan solo ponernos unos casos, cerrar los ojos y darle al botón.
Poder viajar a otros sitios. Poder viajar a otros tiempos. Las azoteas de Inglaterra donde se despedían unos amigos hace más de medio siglo. Los estadios de Wembley llenos hasta la bandera por buenas causas. Un festival cualquiera. Otro país. Una noche en tu cama. Los dos juntos.
La magia de la música como aliada en tiempos complicados. Gotas de alegría que nos van llenando la esperanza.
Qué necesario es poder salir de las cuatro paredes en las que, casi dos meses después, seguimos encerrados.