Espero que la puerta aguante. Quizá sea lo que más me preocupa. Las ventanas las he conseguido sujetar sin ningún problema.
Por suerte, las paredes no han sufrido ningún daño.
Por desgracia, no puedo decir lo mismo del tejado, que me parece a mí que no tiene buena solución, así que, he decidido olvidarme de eso, al menos de momento, ya que si no hay solución, tendré que poner mi preocupación en otras cosas.
De lo que había dentro de la casa, he intentado rescatar todo lo que he podido, aunque la gran mayoría no creo que se puedan volver a utilizar. Cuando las cosas se rompen en mil pedazos es mejor aprender a olvidar que intentar reconstruir buscando algo que no podrá ser como antes.
Lo peor está por llegar. No se como demonios se lo voy a explicar a mi hermana. ¡Si es que la porcelana es demasiado frágil! En realidad, yo solo quería jugar un rato a la pelota.