Hasta que no se vaya la luna llena será mejor que siga aprovechando el tiempo al máximo.
Todavía me quedan cosas por hacer. Tengo pendiente el último libro de mi escritor favorito, aunque me encantaría poder reservarlo hasta que saque uno nuevo. Para intercalar aficiones, de vez en cuando sé que me pondré a jugar al videojuego ese que no te gusta nada.
En fin, ventajas de que no me veas en mi madriguera.
Tareas pendientes tengo muchas, que la casa es para verla. ¿A quién le apetece ponerse a limpiar pudiendo simplemente no hacerlo? También debería ponerme a cocinar, pero es que a día de hoy te lo traen todo a casa.
Felicidad. Ni más ni menos. Sencillamente es otra felicidad. Tan necesaria como la que tengo cuando estoy a tu lado. ¡Qué necesario es poder convertirme en lobo de vez en cuando!