A ver si ya se han ido para no volver, que conmigo no las quiero. Que ya pasé mucho tiempo enganchado, y no tengo ganas de volver a pasar por lo mismo. Que me dejen tranquilo, con mis cosas, que haberlas…
Las muy putas van de suecas por la vida. Por más ganas que uno le pone en despedirlas, más empeño tienen en volver a presentarse. Las peores compañeras que he sufrido en mi sentir aunque, por suerte, uno termina aprendiendo a convivir hasta con el mismísimo diablo.
Llamaron a mi puerta cuando tú te fuiste. Se creían suficiente para cubrir tu ausencia, sin entender que hay vacíos que deben quedarse sin ocupar.
Sé que habrá que seguir trabajando para que mis ansiedades se conviertan en caminos ya pisados. Para que fueran y, de ese modo, dejen de seguir siendo.
Hace mucho que no vienen que lo mío me ha costado pero, por si acaso, yo seguiré estando alerta.
Sánchez Cubillo 