De lo que fueron tus abuelos a lo que serán tus hijos el mundo habrá recorrido más de un siglo. Cien años donde todo se sigue moviendo a una velocidad que muchas veces dan ganas de bajarse de él.
Las prisas, la inmediatez.
Estar actualizado ha ido perdiendo el significado. Ya no disfrutamos de la espera ni valoramos su sabiduría. Todo avanza sin la opción de nadar a contracorriente.
Conseguimos aumentar la esperanza de vida para que nuestros mayores terminen acompañados de su soledad.
Acortamos los plazos de espera para generar ansiedades.
Inventamos teléfonos móviles para no vivir enganchados a un cable y terminamos dependiendo de los cables para poder tener una vida.
Conseguimos que mil kilometros estén a un clic y que medio metro se convierta en una distancia imposible de recorrer.
Vivimos la globalidad desde nuestra burbuja.
Sin duda, cualquier tiempo pasado fue anterior.
Muy filosófico y tierno. Muy bien.
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