Supongo que tenía ganas de sonreír un rato a pesar de todo.
Supongo bien, eso seguro.
Que todo lo que quería hacer era pasar un buen rato y desconectar.
Tenía que ser capaz de enfrentarme a esto.
Ganas de escribir y al mismo tiempo disfrutar.
De pasarlo bien y de jugar con las letras.
Sonreír escribiendo o escribir sonriendo. Lo mismo da.
Un sentimiento que hace poco vino a alegrarme un rato
Rato complicado donde los días se levantaban sin más motivación que llegar a la noche.
A causa de todo lo que ha pasado las caras se nos fueron torciendo.
Pesar e incertidumbre que nos enseñó lo poco que somos y lo expuestos que estamos.
De creernos dioses a sentirnos indefensos, de alegría a desolación.
Todo pasa y todo queda. Ahora nos toca volver a sonreír.
Cada uno que elija su camino, yo decidí empezar a jugar con las palabras.