Yo también te quiero pero… Cinco palabras que marcan la vida de los valientes. Porque ser valiente es aceptarse a uno mismo. Asumir lo que uno siente y enfrentarse a ello. Todo a pesar de saber que lo más normal es volver con una respuesta amistosa y con un corazón roto en mil pedazos.
Solo los que tienen el coraje suficiente son capaces de expresar sus sentimientos delante de la persona a la que aman. Hay que ser muy fuerte para luchar contra los miedos. Hay que estar muy colgado para decir a la cara lo que se lleva en el baúl de las emociones.
Cuenta la leyenda que tan solo alguno de esos valientes ven recompensados sus esfuerzos y terminan encontrando la felicidad. Por desgracia, muchos se quedan por el camino alimentados por las historias de los que lo consiguieron.
Yo jamás creí en aquellas fantasías, hasta que un día la vida me hizo protagonista.