La vida es un juego, y los juegos, juegos son. Por eso puedo escribir los versos más tristes esta noche. Porque era el mejor de los tiempos. Porque era el peor de los tiempos. Era un día luminoso y frío de abril y los relojes daban las trece. Un viejo pescaba solo en un bote en la corriente del Golfo y llevaba 84 días sin pescar. El día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30. No era el más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así.
La vida es un juego
